¿A qué riesgos se enfrenta mi empresa y cómo puedo protegerme?

En los planes de negocio de cualquier empresa es imprescindible contemplar los riesgos que esta pueda correr: riesgos económicos y patrimoniales, personales, materiales o de cualquier otra índole. Contar con las herramientas necesarias para prevenir cualquiera de estos imprevistos debe estar en la hoja de ruta de todas ellas.

En este sentido, cada empresa, por el sector en el que se desenvuelve, la tipología de sus empleados, el capital que mueve, o los clientes con los que trabaja, podrá incurrir en unos riesgos u otros. Hacemos un breve repaso a los riesgos más comunes a los que se enfrenta una empresa y a las herramientas con las que puede hacerles frente.

Los riesgos más comunes para una empresa

El principal riesgo al que se enfrenta una compañía es a la pérdida de patrimonio. Esta situación es común en el caso en el que existan reclamaciones de terceros por daños personales o materiales, haciendo apelación a la responsabilidad civil de la empresa. Estas reclamaciones, que en ocasiones derivan en costosos juicios e indemnizaciones, pueden suponer un problema grave para las posesiones materiales o económicas de la compañía, o en el caso en el que corresponda, para el patrimonio del gerente o responsable de la misma. Para evitar estos daños económicos, las empresas cuentan con productos aseguradores que respaldan estas situaciones, son las pólizas de seguro de responsabilidad civil, que cubrirán los capitales asegurados a través de las coberturas suscritas en cada caso.

Otros de los riesgos más comunes a los que se enfrenta una empresa en la actualidad son los relativos al almacenamiento de datos de terceros. Existen diferentes casuísticas en las que una empresa puede ser reclamada por la mala gestión de datos de clientes proveedores o empleados. La mala praxis en la conservación de este tipo de documentación o un accidente en su almacenamiento (físico o digital) puede tener consecuencias nefastas para la empresa, no solo en lo económico, sino también en la reputación de la misma.

En el caso de pérdida de datos, las empresas se enfrentan a cuantiosas multas tipificadas en la ley española, sin embargo, es posible hacer frente a este tipo de imprevistos a través de los seguros de responsabilidad civil, cuyas coberturas opcionales pueden hacer frente a las reclamaciones.

En tercer lugar, uno de los riesgos más comunes a los que se enfrentan las empresas es a posibles accidentes personales de sus empleados. El desempeño de algunas actividades profesionales es más proclive a sucesos accidentales y para evitarlos, las empresas deben contar con un buen plan de riesgos laborales adaptados a las necesidades de su sector. Sin embargo, a pesar de tomar las medidas de seguridad adecuadas, es posible que los accidentes sucedan. Contar en este caso con el seguro de accidentes que más se ajuste a cada compañía es de vital importancia para cubrir los costes médicos, o cualesquiera que se deriven del suceso.

La contaminación medioambiental es uno de los riesgos a los que se enfrentan compañías de diversos sectores. En este caso, las empresas deberán ser capaces de avalar la restitución del posible daño al entorno que por su actividad profesional puedan ocasionar. Los seguros de responsabilidad medioambiental se han diseñado para que los profesionales de los sectores involucrados en este epígrafe, puedan desarrollar su actividad con las garantías de que si incurren en accidente, puedan hacer frente a la indemnización.

Por último, los daños reputaciones pueden acabar con la actividad de una empresa. Hoy en día, el prestigio y la imagen corporativa son esenciales para el crecimiento del negocio, una mala política de comunicación, un error que se hace público o una mala práctica de un empleado, puede hacer que la imagen de una empresa se desplome debido a un posible juicio público.

Para solventar estos inconvenientes será necesaria la actuación de abogados especialistas, publicistas y gabinetes de comunicación. Los seguros de responsabilidad civil cuentan entre sus coberturas con la asistencia necesaria para hacer frente a estos problemas.

En definitiva, estos son solamente algunos de los riesgos a los que se enfrenta una organización, sin embargo, la casuística es infinita. Un análisis de riesgos adecuado por parte de un profesional que valore las necesidades de cada empresa, será imprescindible para salvaguardar el patrimonio y permitir que la actividad profesional se realice según los planes establecidos.

Artículo cedido por BERKLEY ESPAÑA

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