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¿Cómo saber si me conviene jubilarme o seguir trabajando?

Para dar respuesta a esta pregunta, se han de tener en cuenta varios aspectos para tomar una decisión. Marga Pérez, abogada de ARAG, nos lo explica todo.

Actualmente, la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y 8 meses excepto si tenemos una cotización de 38 años y 3 meses o más, en cuyo caso nos podríamos jubilar a los 65.  “De no alcanzar la edad ordinaria, es posible acceder a una jubilación anticipada, pero debemos tener en cuenta que, en este caso, nos van a aplicar coeficientes reductores en la pensión”, explica Marga Pérez.

Podremos anticipar 2 años a nuestra edad ordinaria de jubilación si accedemos de forma voluntaria y 4 años si accedemos de forma involuntaria. Es decir, cuando pasamos a la jubilación después de un despido objetivo, colectivo o una extinción del contrato por fuerza mayor entre otras, pero no cuando la extinción del contrato es por causa disciplinaria.

Es recomendable hacer números de cuánto cobraremos y si esta cantidad puede o no cubrir nuestras necesidades. Si tu salario es superior a la media, es probable que la pensión pública no alcance para cubrir el mismo nivel gastos.

“Más allá de lo económico, hay que valorar nuestro estado físico y mental. ¿Tenemos energía para seguir trabajando o preferimos tiempo para nosotros, nuestra familiar u otros proyectos personales?”, indica Pérez. “Es muy importante valorar de forma concisa esta nueva etapa de nuestra vida”.

Una opción que muchos trabajadores se plantean es la jubilación demorada, es decir, seguir trabajando más allá de nuestra edad ordinaria para jubilarnos. Puede beneficiarnos en varias cosas: incrementa tu pensión, más tiempo cotizado y te mantiene activo.

Por el contrario, llegada la edad de jubilación no siempre nuestra salud acompaña y si tu trabajo es exigente, puede que no compense seguir. Retrasar la jubilación es también retrasar los planes personales, viajes, hobbies, y menos tiempo libre.

“Como vemos, no hay una respuesta única”, explica la abogada de ARAG. Dependerá de la situación personal de cada uno, de la salud, de tus ingresos y de si alcanzas o no los requisitos para acceder o no a tu pensión cuando llegue la edad de jubilación ordinaria que te corresponda. Deberás estar informado y tomar la decisión que creas conveniente.

Artículo cedido por ARAG

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